La discapacidad visual, llega a presentar alteraciones en las estructuras y/o en las funciones. Estas alteraciones de las estructuras, refiriéndonos en este caso al daño a nivel ocular, genera alteraciones funcionales como la falta o disminución de la visión.
Entre las dificultades o barreras que puede llegar a encontrar una persona en situación de discapacidad visual, cabe recalcar la limitación en las actividades de la vida diaria, restricciones en participación su participación social y barreras contextuales
Las actividades de la vida diaria, o áreas de ocupación, son tareas y rutinas cotidianas que cada persona realiza para vivir de manera autónoma. Por otra parte, las actividades instrumentales son acciones más complejas que tienen como objetivo la interacción con el entorno. Todas estas actividades, para las personas en situación de discapacidad visual, podrían llegarse a cumplir si es que las barreras presentes en su entorno fuesen eliminadas.
Las personas en situación de discapacidad visual llegan a tener una baja participación en aspectos como la educación y la parte laboral, ya que no todas las instituciones o empresas cuentan con las adaptaciones adecuadas para este grupo. Esto también se puede relacionar con las barreras contextuales, que evitan que las personas en situación de discapacidad visual puedan desenvolverse de manera autónoma o no tengan acceso a cierta información.