La inclusión educativa se enfoca en la necesidad de que el entorno realice los ajustes necesarios para asimilar a la persona con discapacidad para facilitar su aprendizaje o la adquisición de conocimientos, así como habilidades, valores, creencias y hábitos.
Debido a la diversidad de estudiantes, encontramos que es necesario establecer las necesidades educativas especiales para que cada uno pueda obtener el apoyo y las herramientas necesarias que apoyen su proceso de aprendizaje, reduciendo así la exclusión escolar.
Es importante que en las escuelas, colegios y universidades se implemente un modelo social que luche por la inclusión de todos los estudiantes tomando en cuenta la diversidad existente, y de esta manera se garanticen los derechos de las personas con discapacidad a acceder a una educación de calidad y sin barreras.
Una forma de actuar a favor de Inclusión educativa es garantizando los derechos de las personas con discapacidad en este ámbito, buscando derribar las barreras que limitan su aprendizaje y participación.
La inclusión educativa mira al estudiante desde sus distintos ámbitos: social, biológico y cultural, lo cual hace que se desarrollen programas o proyectos con modelos educativos que cumplen con las necesidades de los diferentes tipos de estudiantes según sus necesidades.
Competencias y el rol que debe poseer el docente inclusivo
El docente no solo debe cumplir con el rol de educador sino de orientador, al involucrarse en las habilidades y destrezas de sus estudiantes que le permitan alcanzar todo tipos de logros.
Un buen docente organiza su planificación académica donde se permita una inclusión educativa con igualdad de oportunidades y participación de alumnos que presenten algún tipo de discapacidad.
La aceptación a las personas en situación de discapacidad debe empezar en el ámbito académico al enseñar a los niños, niñas y adolescentes a convivir y respetar estas condiciones y así hablar de una verdadera inclusión.
La diversidad académica no solo debe contar con alumnos en situación de discapacidad sino con docentes de iguales características que entiendan la complejidad de esta situación facilitando la enseñanza.
Las enseñanzas que emiten los docentes no solo deben basarse en metodologías técnicas y académicas sino también afectivas y emocionales, al tener esa predisposición de enseñar.
El trabajo de docente jamás termina, al educar a los alumnos comienza con la aceptación de su individualidad y de su identidad, enriqueciendo esas características y fomentándolas en las aulas de clase.